Un cuento de amor, simple sencillo, donde el guerrero persiste en su lucha contra dragones para rescatar a su damisela en constante peligro, dinámica eterna que se produce en cada historia que se cuela en mi memoria.
Ya no creo en ese amor, creo que la historia del amor cambio, la historia es la que tiene el final común, en el que el chico no besa a la chica, y el baile bajo las estrellas se convierte en un cigarro en una banca ajena.
Ya no creo en ese amor, el amor es embellecido, juego en el que ya he caído , pero la historia es más dura de lo que intentamos imaginar, es ver a la amada caminar de la mano de alguien más, es dar el beso y no darse cuenta cuando se ha comenzado a pelear.
Ya no creo en ese amor, ya no creo en la velada a la luz de las velas, en que la ropa se desliza en armonía quitando las cadenas que mantienen a la pasión encerrada en agonía, que explota en una caricia y en una noche en la que la luna no querrá dejar escapar, cuando lo que veo es error, insatisfacción, egoísmo y una llamada prometida que nunca llegara, un trámite que realizar para así continuar.
Ya no creo en ese amor, no creo en el destino de dos almas vagas que se encuentran en una cafetería, cuando lo que veo es un lazo unido por lo carnal y dos de ron, una sorpresa que sirve de unión, un asesinato para no perder el control.
Ya no creo en ese amor, no me digas que no tengo razón porque la realidad me lo ha dicho a cada rincón, porque mi corazón herido esta y mis palabras ya no ven el ideal solo cosas que producir y avanzar….
Pues si esto es así prefiero soñar, puede que tengas razón, pero rendirse es una palabra desconocida por mi corazón, luchare por la puesta de sol, por la palabra casual que florece tu emoción, por la rosa en tu balcón, por la canción desafinada que canta a tu belleza y a nuestro amor, ya no creo en lo que ya no creía creer…. ¿? … Te escribo en la arena que nuestro mundo será, creado y destruido cada noche cuando desnude tu piel, que a la luz de una vela te besare y con un suspiro te rodeare, que cual pétalo te acariciare y así el mundo por ti convertiré…
Ya no creo en ese amor, creo que la historia del amor cambio, la historia es la que tiene el final común, en el que el chico no besa a la chica, y el baile bajo las estrellas se convierte en un cigarro en una banca ajena.
Ya no creo en ese amor, el amor es embellecido, juego en el que ya he caído , pero la historia es más dura de lo que intentamos imaginar, es ver a la amada caminar de la mano de alguien más, es dar el beso y no darse cuenta cuando se ha comenzado a pelear.
Ya no creo en ese amor, ya no creo en la velada a la luz de las velas, en que la ropa se desliza en armonía quitando las cadenas que mantienen a la pasión encerrada en agonía, que explota en una caricia y en una noche en la que la luna no querrá dejar escapar, cuando lo que veo es error, insatisfacción, egoísmo y una llamada prometida que nunca llegara, un trámite que realizar para así continuar.
Ya no creo en ese amor, no creo en el destino de dos almas vagas que se encuentran en una cafetería, cuando lo que veo es un lazo unido por lo carnal y dos de ron, una sorpresa que sirve de unión, un asesinato para no perder el control.
Ya no creo en ese amor, no me digas que no tengo razón porque la realidad me lo ha dicho a cada rincón, porque mi corazón herido esta y mis palabras ya no ven el ideal solo cosas que producir y avanzar….
Pues si esto es así prefiero soñar, puede que tengas razón, pero rendirse es una palabra desconocida por mi corazón, luchare por la puesta de sol, por la palabra casual que florece tu emoción, por la rosa en tu balcón, por la canción desafinada que canta a tu belleza y a nuestro amor, ya no creo en lo que ya no creía creer…. ¿? … Te escribo en la arena que nuestro mundo será, creado y destruido cada noche cuando desnude tu piel, que a la luz de una vela te besare y con un suspiro te rodeare, que cual pétalo te acariciare y así el mundo por ti convertiré…
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