domingo, 16 de mayo de 2010

No me di cuenta


Silencioso avance, las sombras son su capa, las tinieblas su silente aliado, sigiloso avanza a tu lado
Cruel y helada mensajera del olvido, cómplice de las letras póstumas que me acompañan en la nada, eres mi herramienta y mi perdición, deslizo mi mano por tus caderas, fuertemente empuño tu hoja con el objetivo claro reflejada en nuestro dolor.
Bailas, conviertes la escena en arte, el momento en que no existe vuelta, eres mi amada liberadora, sálvame de este amor corrompido, rescátame con tu hoja trovadora de esta enfermedad. Mil puñaladas a mi corazón y aun no desaparece tu olor, penetra con fuerza en mi pecho, desata la cascada de la pasión desbordada en esta silueta vital que escurre de mis brazos y de mis labios.
Ya lo he intentado todo, lo juro, abrázame en palidez, enciérrame entre azufre y cenizas pero quema mi corazón, toma este cuchillo y llévame al olvido, vierte tu aceite hirviendo en mi piel, desfigura mi alma, tritura mis huesos diciéndome su nombre, extírpame los ojos que no quiero verla más, estos son los traidores de mi vida, me ataron a la estupidez de lo que alguien dijo que era amar.
¿En qué momento me perdí en tu aroma, en qué momento mi vida tomo tu nombre, en qué momento comencé a escribir este fragmento, en qué momento me olvidare de este lamento?

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