lunes, 24 de mayo de 2010

No entiendo porque te odio, no entiendo porque te amo, si solo eres mi emoción


Tan odiado como ansiado, es el paria de una generación rota, una generación adulta antes de tiempo, madurada a la fuerza que cayó del árbol y detesto al viento que no la acogió. ¿Por qué te odiamos tanto amor y te deseamos a la vez? Te negamos como si no existieras, hablando desde el resentimiento del corazón, no solo tres veces te negamos si no que te enterramos y aparentamos que no existes, que fuiste por mi alma quemada.
Solo con una venda auto-impuesta niego lo que me mueve, niego lo que me hace escribir, eres la fuerza motora y destructiva, eres el caos y en el caos me vierto de placer, eres la ruina y en la ruina me alegro de construir, eres la demencia en la que vago en la realidad creada por mi locura, eres la enfermedad, eres la infección de la que me quiero contagiar.
No te niego, me protejo, eres la hermana de la muerte y la prima de la vida, llevas un beso y una guadaña, cosechas los versos y los condenas al limbo, eres la indiferencia cruel eres el infierno helado y el paraíso alado, eres la angustia, eres la sonrisa, eres noche y sol a la vez.
Eres amor, lo negado y lo querido, atraviesa mi piel y sana mis heridas, que solo tú puedes doblar la mano a eso que llamamos destino, que solo tu logras que la etiqueta se convierta en desastre glorioso, que solo tú eres cianuro purificador, que solo tú me llevas al abismo y me cubres en un vacio de rosas, solo tu amor mío, solo tu amor.

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