Vida ciudadana: millones de seres viviendo juntos en soledad.
Henry David Thoreau
¿Qué tanto de razón existe en esta frase?
Somos sujetos en una danza, cada quien bailando a su ritmo, melodias distintas que solo crean una disonancia. Lo curioso es que la disonancia es belleza desde cierto ángulo, girando la cabeza y tapándose una oreja, aunque graciosa sea la imagen proyectada, se encuentra cierto atractivo.
Pero es soledad, soledad lo que viene a mi mente como ola indiscreta que atrapa al salir a respirar, esa soledad que aparece como cuchillo hiriente en el momento que entra en función. ¿Es que vivimos en soledad, cada quien con nuestra canción? ¿Somos corazones destinados a tomar numero para tomar un minuto de tenerte cerca?, siempre y cuando pensemos realmente que solos es el supuesto inicial.
Mi alma se niega a concebir asi la realidad, no puedo ver por mi venda inocente que no acepta esta postura, ya que nuestros mundos solo son propios y los guardamos con recelo cuando los tenemos que compartir. Benditos los valientes que comparten su mundo con un otro y escapan en besos de una convivencia en soledad, que esacpan en un mar de pasto, con gaviotas de gasolina, mirando el atardecer cuando la luz comienza aparecer de pequeñas bombillas juguetonas, agentes metirosas de una ciudad que niega a quedarse dormida, pero que crean un espacio para los amantes que escaparon de esta realidad.
¿La vida se vuelve una sala de espera? no lo creo en realidad, solo que cada numero esta reservado a cuando la venda cae, cuando el momento de perderse en los ojos de otro nos comunica que siempre estuvimos mas cerca de lo que pensabamos.
Maldigo esas vendas
Maldigo esa ilusion de soledad
Maldigo a una ciudad mentirosa
Amo la mano que aun no veo, pero se que esta.
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